15 nov 2011

Jack el destripador tiene nombre propio

El misterio sobre la identidad de Jack el Destripador ha cautivado durante 113 años a miles por fin parece ser que tiene solucion .La escritora Patricia Cornwell, célebre por sus novelas de misterio, se ha convertido en la última víctima de la fiebre del Destripador.

Cornwell ha invertido cuatro millones de dólares y meses de trabajo en una investigación en la que por primera vez se utilizan comparaciones de ADN, con un resultado que, según ella,no deja dudas: 'Estoy absolutamente convencida de que Walter Richard Sickert cometió esa serie de crímenes', afirma.


Sickert tenía 28 años y era uno de los más prestigiosos pintores británicos en 1888, cuando
cinco prostitutas fueron asesinadas y mutiladas en el barrio londinense de Whitechapel.

Cornwell topó con el misterio de Whitechapel por casualidad. Compró 30 pinturas de Sickert, algunas por más de 70.000 dólares, y una mesa del artista, para desmenuzarlas en busca de pruebas; utilizó forenses para analizar posibles rastros de ADN en la correspondencia que la policía victoriana recibió de personas que decían ser el Destripador, y contactó con los familiares vivos del pintor.

Sickert es un sospechoso veterano. La temática de sus cuadros y su conocido interés por el caso de Whitechapel hicieron recelar ya a algunos de sus contemporáneos. En 1973, un tal Joseph Sickert, que decía ser hijo ilegítimo del pintor, anunció que por razones familiares sabía que los asesinatos habían formado parte de una conspiración masónica, cuyo único objetivo era el de callar para siempre a Mary Jane Nelly (la última víctima), porque había sido testigo de la boda secreta entre el heredero de la corona británica y una católica de extracción humilde. En 1978, el presunto hijo ilegítimo reconoció que toda su historia era falsa. En 1990, poco antes de morir, se retractó de la retractación y afirmó que Walter Sickert era el auténtico asesino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario